
Desde que entregó el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas, en 1989, en protesta por el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, entró en la oposición y desde entonces ha pasado 11 años y medio en la cárcel. Es considerado un duro. Su última huelga de hambre, en 2006, para pedir acceso libre a Internet para todos los cubanos, duró meses y tuvo que ser operado en varias ocasiones para salvarle la vida. Le quedaron numerosas secuelas y su familia teme que en esta ocasión pueda producirse un desenlace fatal con bastante celeridad.
Lleva siete días sin ingerir alimentos ni agua. Está extremadamente débil, aunque consciente, y todavía puede caminar. Leer más
No hay comentarios:
Publicar un comentario