SAN CRISTÓBAL. La brujería parece haberse apoderado de la cárcel de Najayo, en San Cristóbal, en vista de la gran cantidad de presos, dominicanos y extranjeros, que utilizan su tiempo consultando las barajas, leyendo la tasa y realizando ritos en altares.Con esa práctica pretenden evitar ser condenados en los tribunales de Justicia.
Los velones encendidos para iluminar las imágenes de diferentes santos abundan en las celdas.
También abundan los olores de las fragancias que usan los centros de brujería para llamar los espíritus.
Los presos que con mayor insistencia recurren a la práctica de la brujería se encuentran en el área habilitada para los que fueron pedidos en extradición por Estados Unidos y otras naciones.
Los martes y los jueves son los días preferidos para la lectura de cartas y recibir baños de hojas y fragancias.
La mayoría de los reclusos reciben la visita de una famosa bruja de Haina conocida como La Lupe, quien les “arregla” la suerte antes de presentarse ante el juez.
La Lupe les cobra altas sumas de dinero por cada consulta.
Si el juez se reserva el fallo es una evidencia de que los actos de hechicería están haciendo sus efectos y entonces La Lupe ni corta ni perezosa les aumenta la tarifa a los reos.
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