Santo Domingo.- El senador por Peravia, Wilton Guerrero, advirtió ayer martes al jefe de la Policía que la dotación policial de Azua está al servicio del narcotráfico y aseguró que no se mueve una sola operación de drogas sin que ellos lo sepan.
Dijo que hay más de 20 tumbadores de drogas que son oficiales por lo que advirtió que Azua se ha convertido en una narco provincia.
Aseguró que todas las bandas están dirigidas por los agentes de esa provincia y que el jefe de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, está siendo engañado por ellos, quienes lo han puesto a decir mentiras en algunos casos que se han presentado.
Como ejemplo citó el caso ocurrido en Azua el pasado día 30 con la muerte de tres personas incluyendo un sargento de la Policía. Dijo que el autor intelectual de esa masacre, y uno de sus principales ejecutores, fue el teniente Alberto Arturo López Segura, jefe del cuartel policial La Bombita, quien según informes confidenciales que él maneja, cerró el trato con los narcos de Santo Domingo unos minutos antes de la balacera.
“Este señor Segura, según los informes, recibió dos millones de pesos de manos de los narcos en un lugar de la ciudad de Azua y ofreció entregar la droga en un punto previamente acordado en la carretera Azua-Peralta. A ese punto se trasladaron en vehículo propio los de Santo Domingo, en un carro Honda Civic gris, y los de la Policía en un carro Toyota Camrry rojo propiedad del teniente Segura”, narró.
Reiteró la advertencia al jefe de la Policía de que a él lo están engañando y lo están poniendo a hablarle mentira a la población, por lo que le pidió destinar una comisión de alto nivel para realizar una exhaustiva investigación sobre ese caso.
Dijo que según los informes que maneja, como garantía de entrega de la droga, el teniente Segura dispuso que el sargento mayor Israel Pérez Sánchez se desmontara del carro Carry Rojo y se montara con los narcos en el carro gris y luego se fueron en caravana uno detrás del otro hasta el kilómetro cuatro de la carretera Peralta, lugar donde lo asesinaron sin mediar palabras.
En esa balacera, también murió el raso Collado Cruz y otra persona sólo identificada como Carlos.
El legislador explicó que, tan pronto cometieron la masacre, los ocupantes del carro rojo, o sea los Policía, ocuparon su vehículo, dieron media vuelta y se retiraron velozmente. Dijo que al teniente Segura lo acompañaban el sargento Juan Carlos Arias y Valín Féliz Pimentel.
Dijo que el sargento Pérez Sánchez gozaba de muy buena reputación y tapaba la conducta de su jefe a quien le había pedido en varias ocasiones que lo trasladara de ese cuartel.
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