Aumenta uso del "plomerito" en ataques de riñas y agresiones

Por Julio Benzant/ Texto y foto
Santo Domingo Este.-  El destapador de tubería para plomeros, (plomerito),  ha sido convertido en un arma brutal y criminal para desfigurar rostros y atacar personas de manera creciente, las estadísticas del Departamento Médico Legal de la Procuraduría Fiscal de la Provincia Santo Domingo.
Los funcionarios de esta dependencia de la Fiscalía,dicen que al lugar se presentan ciudadanos de ambos sexos que han sido atacados con el denominado "plomerito" .
El contacto con la piel con este agresivo químico produce quemaduras de segundo grado en áreas superficiales y puede degenerar en deformidades y cicatrices que deberían tratarse con cirugías plásticas o injertos, de acuerdo a Androki Peña, coordinador del Departamento Médico Legal en la fiscalía de la provincia Santo Domingo.
El denominado plomerito,  es un líquido corrosivo cáustico destinado a destruir las obstrucciones que se producen en las tuberías de PVC (plástico), pero que se estaría siendo utilizando para ser lanzado a las personas con intensiones criminales.
Muchos ciudadanos han sido llevados a unidades de emergencias médicas, con el corrosivo en sus rostros, la mayoría de las veces utilizados por asaltantes o en riñas barriales.

Peña resaltó que el daño ocasionado “en cierto grado va a depender del área afectada o quemada y del tratamiento posterior a la agresión”.
Explicó que lo recomendable es que el área afectada sea lavada con agua abundante en estado natural para que el daño no pase de ser una quemadura de segundo grado.
Dice que ha  tratado a muchos pacientes que han acudido en busca de certificaciones médicas, la mayoría de las cuales han sido agredidas en el rostro y afectados los ojos.
Descartó que una persona muera por haber sido afectada cutáneamente por el plomerito, a menos que este fuera ingerido con fines suicida.
Sugirió  que las autoridades asuman medidas de regulación de la venta del " plomerito" en los negocios de ferretería, con el propósito de evitar que esa sustancia continúe siendo utilizada con propósito criminal.