jueves, 13 de mayo de 2010

“Yo no soy mula, lo hice para salvar a mi familia”

LLEVABA UN KILO DE COCA EN SU ROPA INTERIOR PERO NO PUDO SUBIR AL AVIÓN
Berkis Lozano se encontró con el traficante en un hotel de Puerto Plata. Fraccionaron un kilo de cocaína en seis porciones iguales y ella se las distribuyó en sus ropas interiores. “Fue una cosa mal hecha, porque se notaba un poco el bulto por debajo de mis pantalones. Pero yo estaba muy nerviosa, y obligada a hacer ese viaje”.
La promesa de recibir hasta 15,000 dólares, un pasaje para Estados Unidos o Europa y la ilusión de hacer un buen negocio, son los incentivos que reciben las llamadas “mulas” o correos humanos del narcotráfico.Leer mas

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