Detrás de la hermosa mujer que sube al escenario para bailar, cantar y reír, hay un ser humano que una vez quiso morir, pero retomó fuerzas y venció el cáncer. Esa es Juliana
Detrás de la dueña de un buen mambo, hay una mujer llamada popularmente Juliana, que, definida por la gente que la trata fuera del escenario tiene una gran sensibilidad, es excelente amiga, tiene el valor de levantarse ante las más duras caídas y está consciente de que, fuera de la fama, hay que sacar tiempo para ayudar a quienes lo necesitan de manera desinteresada.
Dice que fue muy duro entender que se le iba a caer el pelo, por momentos prefería morirse, pero retomó fuerzas y no dejó de ir a la escuela, aprendió a ponerse pelucas. “Recibí terapia a los 11 años, con el tiempo se me quemaron las venas totalmente y luego recibí radioterapia. Hoy tengo todavía el tumor, pero está inactivo y estoy bien”.
Buen recuerdo
De todo el doloroso proceso que conllevó eliminar el cáncer que la afectó, le quedó una cicatriz en el cuello que antes luchó por borrar. Ahora, está convencida de que debe dejarla como una maravillosa huella de lo que Dios ha hecho con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario